Este verano, no vivas de recuerdos: Haz nuevos con VIORE ROSADO.
El paseo hasta la terraza de nuestro bar o restaurante favorito se ha convertido en una peregrinación casi sagrada. Recorremos el mismo camino conocido que antes de marzo y, sin embargo, la emoción que sentimos al sentarnos en sus sillas es indescriptible. ¿Cómo puede algo tan simple y cotidiano dar tanta felicidad?
Y ahí, en la meta, te espera el mejor premio posible, la recompensa a tu esfuerzo por el encierro de los meses pasados. Reluciente, brillante, la personificación misma de la felicidad: Tu botella de VIORE ROSADO, alegre, desenfadado, fresco.
Durante el confinamiento tuviste tiempo de añorar días más felices y te diste cuenta de que VIORE ROSADO siempre estaba ahí, en los recuerdos de tus mejores momentos. Ahora sabes, por fin, apreciar el auténtico valor de este rosado.
Pero VIORE ROSADO no ha cambiado, sólo tú no eres el mismo. Su Garnacha y su Tinta de Toro, las mismas uvas que en este rosado siempre te han recordado a fresas y frambuesas frescas, ahora las disfrutas como nunca antes. Por eso, este verano no vivas de recuerdos: haz nuevos con VIORE ROSADO.